Es raro y molesto cuando uno ve que la persona que te arruino como hombre y padre de familia le salen lágrimas de los ojos al ver a lo que esa misma persona dividió en un momento de calentura sin meditación. Que perdió por no saber poner paños fríos a la impotencia de las obligaciones (durante varios años por mi cuenta tuve que aprender a realizar eso. Tuve un 75% de éxito) y no recargar sobre otros tus frustraciones. O pensar que nadie te acompaña.
Pero volviendo al llanto, a ese llanto que no sabes qué puede significar: si teatro para la ocasión, si realmente le duele que este fuera de esas pequeñas vidas que alejó por si misma, si bronca, si emoción por verlas crecer, si no entender que hicistes mal, o saberlo y hacerte la re bolud@.
Las relaciones humanas son muy complejas, muy extrañas, muy de tener muchísimos matices, colores, ruidos, aromas, etc. Pero algo que no es complejo y es tangible y repulsivo es la VIOLENCIA. Y eso es lo que sucedió, eso pasó, no hay que olvidarse (porque el ser humano, sobre todo el argentino, olvida rápido y perdona).
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